Me quedé frío, estupefacto, asombrado. Necesito un psicólogo. No mejor la asistencia de un humilde contador público autorizado, conocido como un CPA., para que me explique cómo hicieron para desaparecer (por orden superior) unos USD 2 500 millones de los balances del IESS. Y un tiempo después, también como por arte de magia, volverlos a colocar, corregidos y aumentados, ahora son unos USD 2 800 millones.
Y los funcionarios que hicieron posible ambas operaciones, siguen tan campantes en sus cargos, sin que haya una autoridad que los investigue. Por Dios, ¿en manos de quiénes estamos los ecuatorianos? Sujetos a toda clase de actos que aclaran y muestran los continuos atropellos en todos los ámbitos de esta mal llamada revolución ciudadana. Aquí la ciudadanía nunca ha participado de la revolución. Más bien ha sido la víctima de todos los desmanes del gobierno anterior. Y la comedia sigue. Los invito a ver las próximas presentaciones.