El actual Gobierno, más allá de los serios cuestionamientos en cuanto a su legitimidad se refiere, está empeñado, con todo su derecho, a tomar al toro por sus cuernos.
¿Por qué ahora, siendo que la mitad de sus integrantes, incluidos presidente y vicepresidente, ministros, asambleístas de AP, poder judicial, órganos de control y otros, que fueron parte del anterior Gobierno, están dispuestos a practicar cirugía mayor a la corrupción y otros males que desde hace una década aquejan al país?; ¿Por qué no lo hicieron en la década del correato?; ¿A qué se debe ese cambio de actitud?; Tal vez antes, no tuvieron la suficiente valentía y coraje? Sí, para decirle al jefe máximo: ¡Señor presidente, esto no es correcto!, como el irrespeto a la Constitución, ataques a la prensa, violación a la libertad de expresión y demás abusos y atropellos. En una década desaparecieron las palabras fiscalización, juicio político, controlar, denunciar, etc.
¿Fue en verdad una década ganada? ¡Más bien, diría, fue una década endeudada!