El tiempo corre, se acorta el plazo para el acto electoral del 19 de febrero. Hace pocos meses era evidente pronosticar el triunfo del oficialismo. Pero en el transcurso de estos meses se ha dado una serie de sucesos que lo ponen en duda.
Más allá de los factores contrarios a las aspiraciones electorales del gobierno, desatendiendo parcialmente las encuestas por su pobre capacidad de acierto, no en su modelo matemático sino por estar afincadas en un escenario impredecible. Más allá de muchas cosas, es difícil entender que, a estas alturas, se insista con una ley de carácter económico urgente, aunque la misma no sea urgente, pero con un alto costo electoral. Y, junto a todo esto, un binomio frágil y malos candidatos. Tal parece entonces que sí va una segunda vuelta, situación en la cual Carondelet tiene las de perder.
Pero, parecería que este es el objetivo, muy extraño de verdad, sin embargo podría existir una inquietante razón. ¿Qué no es posible? Todo es posible en la…”Dimensión desconocida”.