Estados Unidos es el principal mercado para varios productos que exportamos desde hace mucho tiempo atrás, en parte, gracias a la aplicación de preferencias unilaterales, como el Sistema de Preferencias Andinas (ATPDEA) que ya no tiene vigencia y al Sistema General de Preferencia (SGP) que terminó el 31 de diciembre pasado y que está por renovarse tres años más. Para el inversionista, para el exportador, siempre será más seguro contar con un Acuerdo que contemple preferencias recíprocas y no unilaterales, por lo que el potencial Acuerdo Comercial que se aspira negociar y suscribir con el país del Norte vendría a solucionar el problema de inseguridad que actualmente tiene el sector que exporta a ese mercado, inseguridad que se generó hace cinco años, cuando incomprensiblemente, decidimos salirnos de la negociación de un TLC que finalmente EE.UU. suscribió con nuestros vecinos, Colombia y Perú.
Hemos perdido algunos años y es necesario recuperar el terreno perdido, por lo que, en el tema referido al comercio de bienes, lo ideal sería adherirse al Acuerdo suscrito por los países miembros de la Comunidad Andina o suscribir otro mediante el cual se igualen compromisos y beneficios de acceso al mercado, respecto a los que al momento tienen nuestros vecinos, puesto que cada año que pasa nuestra situación es más preocupante. Si queremos suscribir este Acuerdo, tenemos que desmantelar la mal llamada “tasa aduanera”, que en tema de esta negociación, va ser considerada como un impuesto disfrazado de tasa y por ende eliminada por ser una restricción al comercio, conforme se evidencia de las últimas declaraciones del Embajador de los EEUU.