El dinero electrónico
En pleno siglo XXI y con los avances tecnológicos implementados, la mayoría de procesos se ha reducido a meras sumas de bits y datos. A este sistema llamamos digitalización, digital o simplemente métodos electrónicos de almacenamiento de información.
Hace algún tiempo los libros físicos fueron transformados a libros electrónicos y con ello aparecieron los e-reader (lectores electrónicos) y tablets (tabletas), en los cuales, podemos almacenar cientos de miles de libros y transportarlos con facilidad.
El Estado Ecuatoriano, todos los ciudadanos debemos apoyar la iniciativa del ‘dinero electrónico’ y adaptarnos a la transición del cambio de ‘dinero efectivo’ a ‘dinero móvil o electrónico’. Los procesos de transición son complicados en un inicio pero cuando los ciudadanos se adaptan con el uso y luego de un periodo de capacitación dan buenos frutos o sino recuerden el proceso de dolarización del año 2000.
Hay que ser enfáticos en proponer que el dinero electrónico sea administrado y organizado por el Banco Central, el Estado y el sector público definitivamente por toda la existencia del Estado ecuatoriano.
La banca móvil y el dinero electrónico son mecanismos generadores de plus-valor y de ganancia extraordinaria porque hacen las circulaciones y re-circulaciones de dinero más rápidas, posteriormente debe desarrollarse los mecanismos para impulsar créditos con ‘dinero electrónico’ y pago de sueldos, éstos son los pasos posteriores al desarrollo de la banca móvil.
La banca privada se opone a esta iniciativa, pues pretende captar y controlar este negocio y nicho de mercado porque simplemente las ganancias de este proyecto son extraordinarias.
Entre los años 2007 y 2013 la ganancia neta de los bancos privados fue de 1 974 millones de dólares, con el dinero electrónico esta cifra puede triplicarse e incluso septuplicarse. Por esta razón la banca privada desea controlar este negocio futurista.