Autonomía e independencia

La importancia de recuperar la independencia en las tres funciones del Estado, así como en instituciones autónomas es vital para preservar el crecimiento democrático y un beneficio directo a los ciudadanos a través de actos y certezas acorde con la realidad del país. Para la selección del nuevo Contralor, es necesario que sea electo por un ente independiente, sin que intervengan funcionarios o autoridades del actual gobierno, en vista de que sus actividades también van a ser observadas, por haber participado en el gobierno anterior, evitando ser juez y parte. La independencia de opinión ante instituciones internacionales, como la OEA, debe reflejar el sentir nacional humano y neutral, más que el de un partido, especialmente si se trata de defender los Derechos Humanos, base de los partidos y de su pacífica convivencia.

Por otro lado, Odebrecht reconoció sus errores, dejando la reserva del acuerdo en manos del gobierno, al indicar que depende de cada país su publicación. Con este antecedente, el juicio gana celeridad y debe ser público, como todos los juicios que se celebran en el país. Esto demostraría independencia en la Función de Justicia.

La autonomía del IESS, debe tener administración profesional y no política, sus directores y ejecutivos deben regirse por su conocimiento actuarial y de proyección, para que sus afiliados obtengan los beneficios enumerados en sus reglamentos; respetando los registros contables y la actualización de sus inventarios.

Aparece como buena noticia el aval del gobierno al Metro de Quito, sin embargo, al condicionarlo a no hacer un préstamo al BID, puede encarecer el valor de la obra, debido a que otras instituciones no darían, los mismos términos de gracia e intereses a tan bajo costo. Lo que al momento del pago, la tarifa del usuario del metro sería más cara.

La independencia de funciones y autonomía de las instituciones, daría tranquilidad a la población.  

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