Hay títulos de cuarto nivel de mala calidad y otros de prestigio. Hay quienes son malas personas y tienen Ph. D., hay quienes tienen Ph. D. y son ejemplos de honestidad y dignidad.
No es necesaria la universidad para ser económicamente próspero, la lista de los 400 de Forbes incluye más de un 15% de multimillonarios sin título universitario. Perseguir un título de cuarto nivel debe ser una opción dirigida por la vocación y el amor al conocimiento, no por presiones sociales y económicas. Dicho esto, la condición moral de una persona nada tiene que ver con los años de estudio y una persona sin estudios, pero moralmente ejemplar, no tendría las herramientas que otra persona de igual condición moral pero con décadas de estudios superiores. Asumamos el supuesto de que todos los candidatos a asambleístas son ejemplos de virtud moral y capacidad para el trabajo. ¿Si son sus impuestos, su dinero, a quien pagaría un salario de más de USD 5 000 mensuales para que dirija Ecuador, a un bachiller o a un Ph. D.? Recuerde que asumimos igual condición para los candidatos.
Resulta que el 46% de candidatos a la asamblea no tiene título de tercer nivel y el 17% tiene Ph. D. Quizás haya que exigir más calidad por el producto ofrecido, especialmente por el salario que pagamos.