Sobre carta de respuesta

El 30 de septiembre de 2016, en la sección ‘Cartas a la Dirección’, se publicó la respuesta a uno de mis artículos enviada por el Dr. Marco Rodríguez Ruiz, presidente de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha. Ese mismo día le envié la comunicación que transcribo:

“1. La carta es una demostración palpable de la falta de apertura al diálogo y a las rectificaciones y de una lamentable actitud asumida por el Consejo de la Judicatura: no contestar directamente los cuestionamientos. Usted asume la defensa de la actual administración de justicia sin ser su representante.

“2. La designación de los jueces “mediante el sistema de la meritocracia” es una farsa. Lamentablemente, hay jueces que ni siquiera leen con objetividad las disposiciones legales que supuestamente aplican.

“3. He ejercido la profesión por más de cuarenta años. Los “instructivos” del Consejo de la Judicatura no han surgido de mi imaginación. Muchos jueces, al dictar autos y providencias, los mencionan. ¿Son acaso el producto de la imaginación de esos jueces?

“4. Algo más sobre los instructivos: ¿es casual que varios jueces, en procesos diferentes, dicten autos y providencias con el mismo texto? ¿Incluso con los mismos errores?

“5. El peor daño-el más grave- que se le puede hacer a la administración de justicia es quitarle su independencia. Su carta es una prueba más de la dependencia, que es conocida por todos quienes, en una y otra forma, tenemos alguna relación con la administración de justicia. ¿Se ha olvidado acaso, por ejemplo, del juicio al diario ‘El Universo’?

“6. Soy abogado y, a pesar de mi larga trayectoria (que, por lo visto, usted no conoce), nunca he presentado una queja contra un juez. No me interesa causar daño a nadie: reclamo, eso sí, que se rectifiquen los procedimientos ilegales y equivocados.

“7. Enfáticamente rechazo su pretensión de descalificarme. No ansío “el Ecuador de antaño”. El país conoce mi trayectoria y sabe que he luchado contra casi todos los gobiernos, cuando han violado las leyes y cuando han limitados los derechos y libertades de los ciudadanos. Nunca supe de sus luchas contra un Ecuador que hoy condena, respaldando (no es la función de un juez) a un gobierno que ha destruido la división de poderes y ha instaurado una dictadura camuflada.

“8. Como usted afirma que no he presentado ningún caso de violaciones legales de los actuales jueces, la Solicito que se sirva señalarme fecha, día, hora y lugar para una reunión, pública o privada, en la que pueda presentarle ejemplos de los cientos de casos en los que he pedido rectificaciones. En algunos, es penoso que usted no los conozca, la Sala de lo Civil u Mercantil de esa Corte ha procedido a la rectificación”.

Ha transcurrido más de un mes y, sin embargo, no he tenido una respuesta. Era previsible. Ante la falta de argumentos, incapaces de dialogar, se esconden en el silencio y se refugian en la descalificación, la politiquería y una propaganda impúdica.  

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