Soberanía

Varios años atrás visité Uruguay y me impresionó gratamente ver que la prensa en Montevideo destacaba El Grito de Independencia lanzado en Quito-Ecuador el 10 de agosto de 1809, y además había una publicación dedicada a los niños, donde con dibujos se hacía notar el sacrificio de los patriotas que entregaron su vida reclamando el derecho de libertad del pueblo ecuatoriano.

En el tiempo, meditando al respecto me he preguntado si hemos seguido este ejemplo… Si hemos ejercido este derecho dejado en herencia por nuestros próceres de la independencia…

No podemos hablar de soberanía de nuestro pueblo, de nuestra nación, si no cultivamos y ejercemos los valores morales, éticos y cívicos intrínsecos de nuestra sociedad. Sinceramente creo que un Pueblo que no defiende, que no pelea por sus derechos, no vive espiritualmente como una Nación Soberana, con cultura propia. Puede que materialmente aparente un bienestar. Pero, dentro de su espíritu guardará una frustración, que amargamente la hará presente a través de sus sentimientos como la música, la poesía.

Estos valores que nos legaron nuestros antepasados, debemos resucitarlos y mantenerlos vivos. El Pueblo que no ejercita sus derechos es esclavo y su futuro es incierto.

La libertad de expresión, la libertad de criticar positivamente una medida tomada por cualquier autoridad, el clamor por una justicia independiente, el exigir el combate a la corrupción, creo que es un deber impostergable de todos los ciudadanos. Así mismo, es menester hacer presente que así como reclamamos nuestros derechos, debemos ejemplarmente respetar el derecho ajeno. La crítica positiva es necesaria, nadie es perfecto, y el contar con otras opiniones, puede ayudar a amoldar la medida tomada para que sea más efectiva para el bien de la sociedad.

Ahora que estamos a las puertas de las elecciones para Presidente y para asambleístas es necesario hacerles presente a los candidatos, que no sólo que aspiramos, sino que exigimos el respeto a nuestros derechos como pueblo soberano. 

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