Un nuevo país

Trabajar en la construcción de un nuevo país debe ser la consigna de todos los ecuatorianos, no es fácil romper el engaño populista del que han sido víctimas varios países de Latinoamérica, el hacernos responsables de nuestras propias vidas sin esperar dádivas de ningún Mesías nos hará libres y fuertes, desterrar el odio, la mentira, la prepotencia, hacer las cosas limpias, respetar los proyectos de vida, la libertad de prensa, la propiedad ajena son valores humanos que nos permitirán vivir en una auténtica democracia. Douglass Norton, premio nobel en economía, manifiesta que el éxito de las naciones progresistas está en el respeto a la cultura y tradiciones de cada país y la importancia que se dé al funcionamiento de las instituciones formales e informales como la constitución, leyes, normas y reglamentos, así como las creencias, tradiciones, hábitos y valores de la sociedad.

En un país donde el Estado se ha convertido en el supremo juez, donde se han centralizado las instituciones impidiendo el funcionamiento libre y democrático en favor de un partido político dominado por un caudillo, el fracaso era cosa anunciada, la destrucción de las libertades no ha permitido la convivencia pacífica y democrática de la sociedad. La honestidad, el respeto, la libertad, el honor y la dignidad han sido el blanco de los ataques más pertinaces que han arruinado la vida de muchas personas y sus familias. Pensar en el cambio y reflexionar en un nuevo país evitará convertirnos en otro paraíso socialista arruinado y engañado por el mito populista.

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