General Narváez, la historia le ha asignado quizá el rol más importante de su vida. Estamos a las puertas de la que seguramente sea la más importante elección de un presidente en toda la historia democrática del Ecuador, y mucho tememos que el resultado de esa elección no dependa de lo que decida el electorado precisamente.
La patria agradece la postura del General Luis Castro, pues es el pensamiento de mucha gente que, gracias a su actitud honesta y decidida el día 19 de Febrero, es que tenemos la posibilidad de elegir a nuestro próximo Presidente en una segunda vuelta.
Mucho se ha hablado de la función que le asigna la Constitución a las FF.AA., pero independiente de ello, considero que su rol principal es el de velar por la seguridad y el bienestar de sus conciudadanos civiles.
No pueden ser utilizados por golpistas o dictadores de turno. No pueden ni deben hacer uso de la fuerza para silenciar la voz de un pueblo por minoritario que sea.
Creo que el tesoro más grande que tiene el ser humano es, luego de la libertad para expresarse, la dignidad, esa dignidad que ha sido pisoteada constantemente por este régimen, ya sea en la figura de su Presidente como en la de los diferentes ministros de Defensa que han sido designados en una forma inconsulta y con evidentes fines políticos.
No es correcto que se ponga a la cabeza de las FF.AA. a un político, pues primarán sus intereses políticos y, peor aún, cuando es enviado con determinadas consignas. Al frente de las FFAA tiene que estar militar en servicio pasivo.
Lo que han hecho es tan absurdo como poner frente al Ministerio de Salud a un ingeniero, o frente al Ministerio de Industrias a un literato.
Han sido faltados al respeto en muchas tarimas y hasta en los propios cuarteles, tildados con varios calificativos como “cavernícolas”, por citar uno. No es posible que el Gobierno los considere útiles solo cuando beneficia a sus intereses políticos y para que hagan uso de la fuerza en contra de la población civil. Ya fueron utilizados antes, no lo permitan ahora.
El país estará pendiente de su accionar en un día tan crucial como será el próximo 2 de Abril. No le pedimos que esté a favor de algún bando, solo que sea imparcial. La historia juzgará su accionar, esa historia de la cual nadie puede huir.El honor o el desprestigio de las FF.AA. está en sus manos.