El legado de William Shakespeare

El cuadrigentésimo aniversario de la muerte de William Shakespeare de este año no es solo una oportunidad para conmemorar a uno de los dramaturgos más grandes de todos los tiempos. Es también una ocasión para celebrar la extraordinaria y persistente influencia de un hombre que —tomando prestada su propia descripción de Julio César— “se pasea por el mundo, que le parece estrecho, como un coloso”.

El legado de Shakespeare no tiene parangón: sus obras se han traducido a más de 100 idiomas y han sido objeto de estudio de académicos de medio mundo. Tal como señaló uno de sus coetáneos, Ben Jonson: “Shakespeare no es de una época, sino para todos los tiempos”. Sigue vivo hoy en día en nuestro lenguaje, nuestra cultura y nuestra sociedad, así como por su permanente influencia en la educación.

La huella de Shakespeare se encuentra en todas partes, desde Dickens y Goethe hasta Tchaikovsky, Verdi y Brahms; desde West Side Story hasta la obra de Agatha Christie inspirada en Hamlet “La ratonera”, la producción teatral que más tiempo lleva en cartel en el West End de Londres. Por su parte, sus obras originales siguen entreteniendo a millones de personas: desde los alumnos de escuelas de todo el mundo hasta los centenares de admiradores que el año pasado hacían cola toda la noche en el Barbican Hall de Londres para conseguir entradas de última hora y ver a Benedict Cumberbatch interpretando a Hamlet.

Pero quizás uno de los legados más apasionantes de Shakespeare sea su capacidad educativa. Como vemos por el trabajo de gran alcance de la Royal Shakespeare Company y la Shakespeare’s Globe, así como por el efecto de organizaciones benéficas británicas pioneras como el Shakespeare Schools Festival, estudiar e interpretar a Shakespeare ayuda a mejorar la alfabetización, la confianza en uno mismo y los resultados educativos más amplios.

Así, a lo largo de 2016, Gran Bretaña les invita a celebrar con nosotros la vida y el legado de William Shakespeare con “Shakespeare Lives” (Shakespeare vive), un interesante programa mundial de actividades y acontecimientos pensados para resaltar su persistente influencia y extender el uso de Shakespeare como recurso educativo para mejorar la alfabetización en todo el mundo.

El programa se desarrollará en más de setenta países, y lo dirigirán el British Council y la campaña GREAT Britain. Así mismo, les invitamos a sumarse en las redes sociales a la iniciativa “Juega tu Parte” o ‘Play your Part’ (#PlayYourPart), que invita a una nueva generación de talento creativo a idear su propio tributo digital al gran bardo. Y, en colaboración con la entidad benéfica británica Voluntary Services Overseas, concienciaremos sobre el enorme desafío que supone el analfabetismo infantil mundial y utilizaremos a Shakespeare para generar más oportunidades pedagógicas para los niños de todo el mundo.

Más allá del gran don del lenguaje, la representación de nuestra historia, su influencia continua en nuestra cultura y su capacidad formativa, la inmensa fuerza de Shakespeare es fuente de inspiración por sí sola. De la historia de amor más célebre a la mayor de las tragedias; de la fantasía más poderosa a la comedia más ingeniosa; y de los discursos más memorables a sus numerosos personajes legendarios: William Shakespeare es un hombre dotado de una imaginación inmensa, una creatividad sin fronteras y un instinto de humanidad que abarcan toda la experiencia humana como nadie lo ha hecho nunca antes o desde entonces.

Por todo esto, independientemente de cómo decidan ‘jugar su parte’, en 2016 les animamos a participar en esta oportunidad única para celebrar la vida y el imperecedero legado de esta gran figura. Y así confirmarán que –tal como él mismo afirmó– “el mundo es un escenario” y que a través de su legado, verdaderamente, Shakespeare vive.

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