Las empresas multinacionales ya no fabrican en ciertos países de América Latina concentrando sus actividades en unos pocos países desde donde, además, controlan las operaciones de los otros en los que mantienen oficinas de comercialización. En el área andina, tanto el punto de producción como de control de sucursales se ha consolidado en Colombia.
La pregunta obvia es ¿por qué la inversión extranjera escogió un lugar inseguro? La respuesta de inversionistas es desoladora: Colombia es (o era en realidad) inseguro desde el punto de vista de peligro físico para el personal- algo que se puede controlar- pero es seguro para los capitales. Incluso los riesgos devaluatorios son compensados con políticas estables y justicia independiente.
Entonces surge otra dramática pregunta: ¿por qué el Ecuador sin riesgos significativos para el personal extranjero y sin riesgos devaluatorios no acapara estos capitales, estas fuentes de empleo y transferencia tecnológica?
Parafraseando a Osvaldo Farres autor de esa hermosa canción “Quizás, quizás, quizás”, me pregunto ¿Por qué, ¿por qué?, ¿por qué? Y me contesto:¡ No sé, no sé, no sé!