Percances como el estallido de ojival de proyectil en el que falleció una mujer y dejó varios estudiantes heridos, pueden y deben evitarse tomando las precauciones necesarias. Los artefactos explosivos al detonar causan una fuerte onda expansiva que destruyen lo que se encuentra a su paso.
En años anteriores también encontramos incidentes similares, por lo que es necesario que las autoridades militares hagan un seguimiento a las normas y regulaciones estrictas que el uso de este tipo de material requiere. Si el artefacto fue encontrado y recogido por un niño, en un polígono de tiro en circunstancias que demostraban abandono del lugar, ese recinto debió estar restringido a la entrada de personas ajenas a las prácticas y por protección a la de civiles. También se requiere que la zona luego de cada ejercicio quede limpia, haciendo un rastreo minucioso del terreno, seguido de un análisis de los explosivos utilizados y terminar acumulándolos en un sitio preparado para ellos, dentro de un recinto militar.
El resguardo y las normas del uso de estos desechos de explosivos, darán protección tanto a civiles como militares, evitarán que la población del entorno se encuentre en constante peligro.