El 21 de mayo de este año, EL COMERCIO publicó una carta del Sr. Eugenio Paladines, en la cual intenta refutar un análisis técnico realizado por quien suscribe respecto a los cálculos realizados por el Banco Central sobre la tasa de crecimiento de la economía ecuatoriana en el año 2015 (EL COMERCIO, 17 de mayo del 2016).
El Sr. Paladines señala que “…el PIB real puede crecer y el PIB nominal disminuir si el deflactor del PIB tiene una afectación, lo cual sucedió en el año 2015 en el caso ecuatoriano debido a la reducción de los precios del petróleo”. Por respeto a los lectores de este prestigioso matutino, me veo en la obligación de explicar qué es el deflactor del PIB. En cualquier país del mundo la inflación se calcula a través de tres índices de precios: el IPC, el IPP y el deflactor del PIB. Es decir, el deflactor del PIB es simplemente una manera de medir o calcular la inflación.
Luego de esta ligerísima explicación, cabría preguntarse qué tiene que ver el deflactor del PIB con la caída de los precios del petróleo. Un desplome de los precios del hidrocarburo afectará el total del PIB nominal y del PIB real (para calcular el deflactor se tiene que dividir el nominal para el real, eso es todo).
Según mi criterio, el Sr. Paladines tiene la obligación ética de explicar en qué consiste la “afectación”. Respecto a que “el cálculo del PIB obedece a metodologías validadas, aprobadas y auditadas internacionalmente”, el Sr. Paladines lo dice en el peor momento, pues todos conocemos que mientras el Banco Central dice que este año la economía ecuatoriana crecerá un 0,4%, el FMI (entidad que audita) dice que este 2016 nuestra economía se desplomará un 4,5%.