En su edición de jueves 25 de septiembre, EL COMERCIO publica la crónica, “La salud del adulto mayor demanda mÁs recursos”, sumamente interesante y de permanente actualidad. Es evidente que conforme pasan los años, la salud de la persona va deteriorándose y por consiguiente requiere cada vez más de mayores medios para mantener una adecuada calidad de vida y cuya obtención puede ser cada vez más dura y en casos imposible. Podríamos decir que generalmente la mayoría de adultos mayores gozan de la jubilación y de los beneficios del Seguro Social, pero debido a la dificultad y en muchos casos a la imposibilidad de obtener una cita, el adulto mayor se ve en el caso de acudir a la medicina privada a un alto costo y lo hace por no haber podido obtenerla o por que la cita se la dan para después de dos o tres meses, tiempo que el adulto no puede esperar, pues su estado de salud requiere mayor prontitud. Según la crónica en mención, la esperanza de vida en el 2050 para hombres será de 80.5 años y 83.5 para mujeres, según estimación del Instituto Nacional de Estadística y Censos. Debe haber en el país muchos adultos mayores que ya llegaron a esta edad y que por lo avanzado de la misma, requieren de atención médica mas rápida y oportuna que no la pueden obtener en el IESS y tienen que recurrir a medicina privada. Sería muy oportuno que el Seguro Social analice la posibilidad de conceder un incremento adicional a las pensiones de los jubilados que ya hayan cumplido los 85 años y un determinado número de aportaciones, para que así se compense en algo la atención que en determinado momento o circunstancia no pueda brindarles el IESS.