Estoy realmente sorprendido o quizás no debería estarlo tanto al mirar a quienes se muestran como defensores de libertades, que se encargan de encasillar a quien no piensa del mismo modo.
Si de sorprenderse se trata, también me sorprendí al leer la columna del Sr. Enrique Ossorio, la semana pasada. Considero que lejos de satanizar su participación sería bueno valorar la opinión ajena antes de juzgarla. Quizás de este modo, sea el ejemplo el que sirva de cátedra a los supuestos dictadores. Como asiduo lector de este Diario, considero que gozo del mismo derecho para expresar mi opinión.