Con profunda tristeza, luego de leer sobre Vladimir Putin en el artículo ilustrado por Pancho Cajas, solicito publicar esta carta.
Digo tristeza, porque es lo que sentí al pensar en cómo nos catalogarán las personas con un ápice de cultura después de ver la caricatura que se hace del Presidente de una República amiga, en cuyos discursos sólo hay expresiones de respeto para toda persona de cualquier país del mundo.
En Rusia se han educado y se educan gratuitamente miles de ecuatorianos que cuando culminan sus carreras aportan al progreso del país en todos los campos del conocimiento humano; pero no sólo eso, de ese país, de milenaria y rica cultura cristiana, recibimos apoyo para nuestra independencia y con él mantenemos magníficas relaciones de amistad. Putin es el dirigente que rescató a Rusia de la tragedia a la que la condujeron tantos años de malos gobiernos. Por eso goza de la aprobación de la casi totalidad de su pueblo y de gran parte de la humanidad.