La situación que vivimos es paradójica. Los “izquierdistas” apuntan a perfeccionar el progreso capitalista del país, como puede comprobarse al analizar el contenido de ciertas leyes que afectarán a los pueblos indígenas. Los “derechistas” no han dicho una sola palabra al respecto. Así, las posiciones son similares en el fondo, pero las declaraciones de Guillermo Lasso en apoyo a la lucha de indígenas y ecologistas logró que su proyecto político adquiriera un carácter democrático del que carece el actual gobierno.
Al comprometerse a observar la consulta previa, no contaminar las fuentes hídricas de altura, devolver a los indígenas el manejo de la Dineib, liberar a los presos políticos, devolver la visa a Manuela Picq, resguardar la vida en el Yasuní, Lasso asumió una responsabilidad ética, de ahí el apoyo que le dieron muchos electores.