En la campaña electoral que se avecina, no tendría que haber derroches, mensajes vacíos, ni insultos. Por ello, sería oportuno hacer un llamado cordial a los diferentes sectores del convivir nacional, particularmente a aquellos considerados como claves, como son: la juventud, principalmente aquella que votará por primera vez, que ojalá lo haga a conciencia y con ilusión; igualmente, a los medios de comunicación, fundamentalmente a los oficiales, los que tendrán que revestirse de objetividad y de veracidad al momento de informar; así mismo, al Consejo Nacional Electoral, organismo que está en la obligación estricta de actuar de manera idónea e imparcial, aunque existen serios reparos al respecto; a las organizaciones populares, las que no deberían dejarse “engatusar”, por dádivas, prebendas o promesas incumplibles; a los partidos políticos, los que tendrán que concretar sus ofertas, dejando de lado la demagogia y el engaño.