Por la mañana al cambiar el tanque de gas, pese a poner correctamente la válvula… hubo fuga. Decidí sacar la válvula para ponerla nuevamente y ver si se corregía el problema. ¡Oh, sorpresa!, se disparó un chorro de unos 30 centímetros de ancho por 2 metros de largo. De inmediato acosté el tanque y empuje hacia el patio. No hubo un clavo o algo parecido para levantar la válvula, y toda la casa se inundó de gas. Si hubiese estado un foco o electrodoméstico prendido… quizás, no contábamos el cuento. La válvula del tanque se quedó accionada hacia bajo. En otras ocasiones, no entra la válvula de la cocina, no sale gas y hay fuga (problema del “cauchito,” según el proveedor). ¡Autoridades, atentos al mal estado de los tanques! Mi vecina preocupada, de inmediato vino a ver si estábamos bien. A ella le sucedió lo mismo. ¿Empleados revolucionarios sin experiencia, los envasan sin los controles de seguridad y calidad respectivos?