Apreciados lectores: han observado ustedes, que unas aglutinadas tiras de madera, mal llamadas “bancas” y que está situadas en las veredas de las calles en las cuales se ha efectuado el soterramiento de cables –lo cual sí está muy bien– nadie se sienta, pues estos artefactos no provocan ser usados, ¡Qué pena! Puesto que funcionalmente no brindan comodidad ergonómica, ¡Qué desilusión! Pienso que en vez de haber gastado demasiados recursos en su numeroso número, debieron reducir el mismo, y elaborar verdaderas “bancas”, para que el público les agradezca y las use.