Erich From, estudioso de los fenómenos psíquicos causantes de la crisis de nuestro tiempo, habla del miedo a la libertad que los seres humanos sienten cuando la estructura de la sociedad y sus aspectos psicológicos y sociales permanecen inmutables.
El autoritarismo se produce cuando las condiciones se prestan para que las personas se sometan en el ejercicio de una forma ilimitada y absoluta de poder, mismo que reduce a los sometidos al papel de meros instrumentos o de inconsecuentes obedientes, igual que la arcilla es moldeada en manos de un alfarero.
El impulso tendiente a mandar de manera autoritaria sobre los demás causa placer en la persona autoritaria, conlleva a la explotación mental y física que penetra en las entrañas de los individuos hasta incorporarles todo lo que hubiere de asimilable en ellos, no solo se refiere a las cosas materiales sino a la vida psíquica donde las cualidades más afectadas de las personas son la vida intelectiva.
El deseo de hacer sufrir a los demás o verlos sufrir siempre estará presente en la persona autoritaria, no importa si el dolor psíquico pueda ser más fuerte y traumatizante que el físico, el objetivo fundamental es castigar fuertemente al contradictor para humillarlo, hacer sentir su poder, cobrar venganza y colocar a las personas en situaciones incómodas hasta llevarles a la desesperación, para luego estigmatizarlas y degradarlas.
Estas tendencias están ocultas en personas de carácter reactivo que se expresan en exagerada bondad o ponderada preocupación para con los demás.