Cansado de ver la contaminación visual a mi ciudad con todo tipo de leyendas y dibujos que ensucian las paredes, me pregunto si la Alcaldía, como responsable del desarrollo y conservación del Distrito, ha realizado alguna investigación respecto a las causas que motivan a ciertos personajes a expresarse de esta manera en la madrugada, a sus perfiles físicos y psicológicos y, sobre todo, a los riesgos de que este comportamiento signifique la antesala de una explosión de violencia reprimida.
En alguna oportunidad conocí que como respuesta algún funcionario, manifestó que se iban a dedicar espacios públicos especiales para que estos “artistas” se expresen libremente.
No se puede justificar que se permita la invasión de los espacios privados para rayar con signos ilegibles, firmas y dibujos grotescos las fachadas de las casas, bajo la complaciente mirada de las autoridades que se limitan a “exigir” al dueño a pintar la pared para que la vuelvan a dañar los desadaptados.
Por favor, menos creatividad para inventar impuestos y algo más para apoyar al ciudadano.