Leí con atención la carta enviada por el ciudadano Antonio Alarcón R. acerca del problema de la casa Coloma. Estoy de acuerdo con lo expuesto, el Municipio hasta hoy ni reedifica la casa ni tampoco la terminan de demoler ni permiten a nadie que lo haga, es ahora un terreno baldío; pero esa no es la razón de mi carta, sino con ella quiero exponer y denunciar que se ha atacado a un importantísimo bien de Patrimonio Cultural histórico, me refiero al antiguo Palacio de Justicia de la av. 6 de Diciembre y Piedrahíta, edificio histórico donde por más de 50 años estuvo la Función Judicial; el bloque donde funcionaron los Juzgados de lo Civil de Pichincha y algunos de los penales ha sido infamemente demolido, destruido, porque allí van a hacer un nuevo edifico para la Función Legislativa; así mismo, se está desmantelando el edificio principal de la calle Piedrahíta que según parece va a ser también demolido; ¿por qué se declara como Patrimonio Cultural una casa familiar y no se lo hace con un edificio histórico que para los abogados de Quito representó la majestad de la justicia?, el edificio no tiene la culpa de la corrupción, sino la gente trasladaron los juzgados a varios edificios incómodos e incluso muchos de esos locales no tienen ascensores y el Consejo Nacional de la Judicatura se ha olvidado de muchos profesionales del Derecho y usuarios que sufren discapacidades o son de la tercera edad. Mi pregunta, señora Directora, es ¿por qué la Justicia debe estar regada en lugares dispersos y su edificio tradicional, construcción firme que ha resistido temblores y asonadas políticas, debe ser demolido porque un grupo de asambleístas quiere un “Complejo Legislativo” de lujo? Así como han remodelado la Villa Lasso Conto, un trabajo magnífico, ¿por qué no aprovecharon las estructuras del antiguo Palacio de Justicia?
¿Por qué es más importante para el Municipio una casa familiar que edificios públicos históricos? Ambas edificaciones debían ser preservadas, no demolidas.