Aseo de la ciudad

Loable, desde todo punto de vista, la acción desarrollada por el cabildo capitalino para mejorar el aseo de la ciudad. Se colocaron recolectores de basura, nuevos y llamativos, en la mayoría de los barrios para que los moradores depositaran allí los desechos y desperdicios para recogerlos por medios mecánicos y transportarlos al lugar final. Hasta aquí todo muy bien. El funcionamiento y la práctica no han dado los resultados esperados. La implementación de este servicio ha sido incompleta. Los carros recogedores y transportadores colapsaron por el intenso trabajo, empezó el caos, basura por todas partes, la suciedad y el maltrato a los recipientes los han convertido en semilleros de insectos y enfermedades.

La solución compete a todos los habitantes de Quito, usuarios y autoridades municipales. Se debe efectuar una campaña de publicidad, de inmediato, a través de todos los medios, para conocimiento general, cuidado, desinfección y buen uso de todos los elementos, vehículos y colectores, ampliar el horario de recolección, más veces por semana, día y noche, con el respectivo control, mantenimiento permanente de toda la maquinaria, reparación y adquisición de repuestos, pago oportuno de impuestos para financiar el costo. El alcalde y los ediles deben formar un todo homogéneo y olvidarse de rencillas internas.

Así, se iniciaría un verdadero proceso para conseguir el objetivo común: tener una ciudad limpia y libre de peligros sanitarios.  

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