Con el alma desmantelada y enredada en un manglar de realidades y pesadillas, los militares venezolanos deben haber quedado luego de leer y releer todo el comentario de Antonio Rivas titulado “Venezuela sin FF.AA.”, que contiene el diario El Universal de Caracas (7-1-2014), en el que como abreboca señala que “hay militares a quienes, sin importar la talla, el uniforme les queda grande”. Y todo ello debido al reciente anuncio del presidente Nicolás Maduro de haberle dado ascenso militar a los que, infructuosamente, intentaron dar un golpe de Estado a presidentes democrática y legítimamente establecidos en Venezuela.
Y Antonio Rivas medio extraviándose por desfiladeros de desconsuelo y por laberintos de desilusión, termina su punzante comentario manifestando que “cuando cosas como estas suceden, y veo que no hay un solo militar que se digne hacer respetar a su propia institución, entiendo por qué la delincuencia está desatada, la guerrilla cobra vacuna a los ganaderos, la droga viaja en líneas aéreas comerciales y el crimen organizado azota al ciudadano honesto. Simplemente ahí ya no hay voluntad institucional”.