Cuando me desempeñé como Presidente de la FEUE de manera clandestina tuve una charla de un par de horas personalmente con Arturo Jarrín, estábamos varios jóvenes en ese entonces. Jóvenes entusiastas deseosos de “cambiar el mundo”. Compartí la posición de fondo de Jarrín de distribuir mejor la riqueza, disminuir ese consumismo fatal, en fin, luchar por la Justicia Social. Sin embargo, no compartía que sea el momento de tomar las medidas violentas que tomaron sus allegados en el grupo “Alfaro Vive Carajo”. Nuestro pueblo es como lo dijo un exvicepresidente de la República “amansado” (y ahora lo podemos evidenciar claramente) y no iba a prosperar su lucha de esa manera. Yo había regresado de Nicaragua y su pueblo es diferente , luchador, combativo y allí si se podría ejecutar el justo plan de Arturo Jarrín. Sin embargo, y respetando totalmente las opiniones ajenas, se debe rendir un justo homenaje a quien anheló y luchó por una sociedad más justa. Lo torturaron salvajemente en Panamá y se lo trajo cadáver montando una pantomima que nadie creyó de una dizque balacera al norte de la capital. Lo que me llama la atención es que quienes luchan ahora por lo mismo, son encarcelados y declarados terroristas por un Gobierno que se autoproclama de izquierda y revolucionario y que algunos de sus familiares directos y políticos, saborean las mieles del poder. ¡¡Qué incongruencias!! ¿Qué diría y haría Jarrín si resucitara?