El lunes 6 de febrero se publicó en la página editorial de su prestigioso Diario, lo que sería el último artículo histórico de Jorge Salvador Lara, en el cual con signos de interrogación nos habla del verdadero Alfaro, y de su investigación para enseñarnos a entender el significado del ‘mito exegético’ y del ‘antimito limitante’. La historia fue su pasión, especialmente aquella de carácter investigativo, con la cual dio lustre a la historia nacional desde su condición de cronista vitalicio de la ciudad, miembro de las academias de la Lengua y de Historia Nacional, y desde su permanente presencia en las páginas editoriales de prestigiosos periódicos del país. Mantuvo una estrecha relación de amistad con el cronista vitalicio de Cuenca, Antonio Lloret Bastidas, a pesar de sus grandes diferencias ideológicas, y que hoy le acompaña en la eternidad para seguir enseñando a través de sus libros a la reconstrucción histórica de hombres y de tiempos, que le permitan al país entenderse a sí mismo. El país ha perdido un ciudadano en su más alto significado y la historia un maestro para aquellos que intentamos transitar por ella.