'No se aprende'

Somos rudos, por lo menos en Quito, ves, te encuentras a diario con conductores: mujeres y hombres, jóvenes y no tanto. Si no es con la mano derecha, con la izquierda, nunca con las dos al volante; siempre sosteniendo el teléfono celular, hablando.

Comadreando, mientras ponen en peligro sus vidas y la de los demás, sobre todo la de los peatones. Frenazos, caras de yo no fui.

De un médico, de un sacerdote, reconozco que pueden necesitar responder una llamada a lo largo de las 24 horas que del día. Para los demás casos, una buena multa, puntos menos en su pase de conducir, pagar con servicio comunitario. Lo tenemos que lograr.

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