Entiendo por jerarcas, del Presidente para abajo, a ministros y ministras, subsecretarios, directores nacionales y regionales, asesores, diplomáticos, asambleístas, gerentes y altos funcionarios de empresas públicas, que reciben ingresos del Estado superiores a USD 5 000 mensuales.
Muchos están en sus puestos desde enero de 2007; otros han pasado de ministros a asambleístas, o viceversa, desde esa época. Todos y todas han recibido ingresos altos durante casi 10 años, en una estabilidad que contrasta con otros gobiernos, donde muchos ministros solo duraban meses.
Todos debemos arrimar el hombro y ayudar a los hermanos de Manabí afectados por el terremoto. Y los pobres ya lo hacemos con el aumento de precios a través del IVA.
Pero no se ha visto ningún gesto de uno solo de estos jerarcas, de donar una parte de sus ingresos. En redes sociales se lee la propuesta de que se bajen sus sueldos. No creo que lleguen a tanto patriotismo. Pero en un momento que requiere unión y solidaridad, sería un gesto noble que esos funcionarios de niveles altos donaran un mes de sueldo.
Si bien el valor total que donarían es bajo en relación a lo requerido, sería un ejemplo moral y un estímulo para que el pueblo se siga sacrificando. Creo que si el Presidente lo ordena, lo harán. Pero lo dudo.
El costo de la reconstrucción se nos sigue cargando a los “sufridores de siempre”, para emplear un término muy propio del Ec. Correa.