Una de las peores experiencias de mi vida fue cuando murió el perrito de mis hijos. No teníamos dónde enterrarle, no teníamos ni siquiera cómo recoger su cuerpito. Todo esto con una mascota que llevaba con nosotros más de 10 años. Fue un golpe fuerte para mi familia cuando mi suegra le puso en una funda y lo botó a la basura.
Lo hizo con la mejor intención, pero no puedo creer que hayamos hecho eso con un ser que fue tan especial y que nos dio tanto amor.Era el 2013 y no había contenedores. Se ponía la basura en la vereda y el carro no le llevó. Doble dolor para mis niños que vieron pudrirse a su mascota frente a la casa. Qué pueblo más salvaje e indolente, pensé. Por eso, felicito la iniciativa sobre el proyecto Animales al Cielo de Emaseo. Es un carro que recoge los animalitos muertos en las vías y los incineran en un lugar especial.
También se puede llamar para pedir ayuda con la mascota y eso les da dignidad a nuestros animales. Me dio alegría esto. Nunca más una familia tendrá que pasar lo que pasó la mía. La ignorancia y el salvajismo están erradicados.
Además, hay una ordenanza que prohíbe el maltrato, la tortura y el asesinato de los animales. También se los vacuna y esteriliza masivamente y gratis. Se rescata, protegen y hay programas de adopción de perritos y gatitos. Hay un lugar de refugio de animales de la calle. También me gusta la protección de animales salvajes en estos corredores de protección de osos, pumas y pájaros en todo el Distrito Metropolitano.