Fea palabra. Pero de moda. Fue dicha por “su majestad”, en referencia a aquellos que retiraron su dinero de la banca ecuatoriana y los llevaron a otras fronteras. Lo gritaba, como suele hacerlo los sábados, a todo pulmón. Ahora resulta que el mismo pone la mitad de sus ganancias anti impuestos en Alemania. ¿Por qué?Nadie lo sabe ni lo sabrá, ni siquiera sus amigos.Ahora, ¿podemos llamarle “antipatria”? La verdad asusta. No le gusta nuestra comida por eso trae un chef, no le gusta andar por nuestras calles por eso se va a vivir en Europa, no le gustan nuestros doctores porque se va a Cuba, no le gustan nuestros diplomáticos por eso pone un uruguayo, y ahora no le gustan nuestros bancos y manda a mudar su dinero. Me pregunto ¿Qué hace aquí?