Ánimo Yasunidos

Para quienes estamos convencidos de que el Yasuní no debe ser tocado y que el petróleo de dicha región del país debe mantenerse bajo tierra, constituye una noticia muy alentadora saber que el proceso de recolección de firmas para la consulta popular nacional, avanza a paso firme.

Quiero felicitar al grupo de jóvenes y personas idealistas que no han cesado en su empeño de recolectar las firmas necesarias, a lo largo de estos últimos meses y en todo el territorio nacional, para convocar a una consulta nacional sobre este tema vital para el país. Los he visto realizando su trabajo en diversos lugares de la ciudad, bajo el sol y la lluvia, con dedicación y compromiso con esta noble causa.

Aprovecho esta oportunidad para precisar que el mensaje de que la razón principal para explotar el Yasuní es obtener recursos económicos para combatir la pobreza, es solo parcialmente cierto. El país tiene que seguir en su empeño de combatir la pobreza, como lo ha venido haciendo en los últimos años sin duda, sin embargo los recursos necesarios para ello pueden obtenerse por otros medios. Uno de ellos sería la eliminación progresiva de los subsidios al combustible y al gas de consumo doméstico, mediante un acuerdo nacional que permita contrarrestar los riesgos políticos de esta decisión tan crucial.

Así, todos los ecuatorianos aportaríamos los recursos necesarios para combatir la pobreza, sin depender de recursos externos. Aquellos que tienen carros más grandes aportarían más pagando precios reales por su consumo y el ciudadano que utiliza el transporte público aportaría menos, pero todos los ecuatorianos aportaríamos para preservar el Yasuní. Todos somos Yasuní.

Mediante el pago de precios reales por el combustible y el consumo de gas doméstico, el país ganaría por partida doble: generando recursos para financiar programas de sociales y preservando la biodiversidad única de nuestro maravilloso Ecuador.  

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