Andan robando el alma

El teléfono celular es culpable de boicotear la comunicación en lugar de mejorarla. Hoy el aparato es más importante que quien está parado frente a uno, en la mesa de un restaurante las personas “mensajean en el celu” en lugar de conversar con quien se sentaron a cenar. La cámara de fotos incorporada a este artefacto indispensable para respirar, cambió para siempre la dinámica de una reunión, primero son las fotos, posar, sonreír simulando alegría, antes que vivir la reunión en tiempo presente. Peor aún si las fotos se cuelgan en Facebook y eso transforma el sentido del retrato. Parece que las tribus aborígenes que mataron al explorador por andar robando el alma con una cámara fotográfica, estaban en lo correcto.

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