Respecto al artículo del 9 de septiembre, en la página 7 sección Ecuador, turismo, de EL COMERCIO realizado por la periodista Maria Victoria Epinosa, titulado Manabí Promueve sus bosques y su cultura, que ratifica la relevancia el potencial turístico de la provincia, sobre todo por sus recursos naturales, nos alarma que también hayan esfuerzos opuestos a esta obvia labor para impulsar el desarrollo en una de las regiones más vulnerables del país.
En la zona de Canoa, del Cantón San Vicente, se está implementando una obra de infraestructura eléctrica que pretende instalar una línea de alta tensión de torres de 20 metros de altura al margen de la ruta Spondylus, con efectos irreversibles para habitantes y el turismo de la provincia.
Parecería impensable este hecho, pero se trata de un contrato adjudicado con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (Proyecto BID-PRIZA-CNELMAL-ST-OB-002 / Subestación San Vicente), el cual en el cantón San Vicente, contempla reubicar la línea de alta tensión en una zona declarada residencial turística habitada, justamente al sur de Canoa, entre los Esteros El Recreo y Briceño.
Es de alta preocupación que donde se han realizado inversiones viales y planificación territorial con visión de largo plazo, se estén ya colocando las estacas para levantar una línea de 69Kv sobre las viviendas.
Los actores directa e indirectamente perjudicados desconocemos los fundamentos de esta ruta donde las personas, su salud, y su actividad principal no parecen ser un factor a tomar en cuenta.