Algo nos está pasando y pienso que debe ser el agua. Un mandatario que no tiene empacho en recibir bienes robados y decir que el robo ‘prescribió’… legisladores que culpan del asesinato de un revolucionario a personalidades mundiales que entran en escena dos décadas mas tarde del suceso… una ministra(?)Que propone cambios en la historia patria por la vía del voto popular… ¡y para colmo una inconsulta expropiación de áreas agrícolas fértiles y productivas, para construir una ciudad del conocimiento! Estas ‘perlas’, nos llevan a la conclusión que la culpable, mas allá del agua que tomamos, pueda ser la pésima educación. Para evitar, o por lo menos disminuir estos desaguisados, debemos invertir mucho más en mejorar las escuelas primarias para sentar bases que permitan, a los niños ser mejores jóvenes, y a estos convertirse en adultos capaces y con criterio. Con ello podríamos tener una mejor clase política y un mejor país.