La presente tiene como objetivo llamar la atención sobre la cada vez más vergonzosa inoperancia del Municipio de Quito ante el tendido de cables en los postes de la ciudad. En muchos sectores del norte de la ciudad da realmente pena el ver los postes inclinados abarrotados de cables, mismos que ya ni siquiera los tensan sino que cuelgan a muy poca altura del suelo.
En muchos casos, la ‘seudointeligencia operativa’ de las empresas que hacen este tendido, ha dejado enrollada una buena cantidad de cable para atender “la futura demanda”.
Lo peor es que ahora hasta los árboles de las veredas sirven para apoyar el tendido de cables y en algunos casos, se han podado ramas para que los cables pasen fácilmente.
Siendo actualmente el Ecuador uno de los países con menos penetración de servicios tecnológicos, como la Internet, no me imagino la situación cuando los servicios digitales dejen de convertirse en una necesidad de pocos para ser una necesidad vital de todos. Seguramente viviremos bajo una telaraña de cables que será fácil objetivo de ebrios y anarquistas que quieran hacer daño a la ciudad.
Ojalá la ‘revolución ciudadana’ se acuerde de estos detalles que realmente contribuyen al Quito del buen vivir.