Al igual que para el diario de una ciudad su mayor expresión de éxito, de diversidad, son las cartas del lector. Las aceras, dan mucho que conocer sobre una ciudad, demuestran el orden en que se vive, si se camina con facilidad o con obstáculos.
Los negocios, respetan estos espacios o se han tomado estas veredas como propias. Se encuentran agrietadas, sucias, sin mantenimiento o lucen limpias, mantenidas que invitan a caminar. ¿Y en cuanto a discapacitados pueden ocupar la acera con su silla de ruedas? ¿O deben ocupar la calle como si fueran un vehículo a motor? Aparentemente en nuestra ciudad, los años pasan, los alcaldes vienen y van, pero las aceras no son para caminar, si el municipio no puede atenderlas, pues deben ser los propietarios, los que mantengan estos espacios. Falta disposiciones que obliguen a que colaboremos para tener una ciudad donde se pueda caminar, donde los negocios no invadan los espacios públicos, creen ustedes que tendremos alguna vez aceras para caminar, para trotar, para compartir. O también en las veredas se aplica la ley del más vivo, como en los últimos diez años.