La Silla Vacía

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Vigencia de Zygmunt Bauman, ‘padre’ de la ‘modernidad líquida’

El sociólogo Zygmunt Bauman, de origen polaco, que denunció con lucidez el individualismo y la desigualdad hasta el fin de sus 91 años, falleció en días pasados. Él representa una de las voces más críticas de la modernidad, en la que el Estado-nación, la familia, el empleo, el compromiso con la comunidad… son pasajeros, ‘válidos hasta nuevo aviso’. Algunos apuntes sobre sus reflexiones.

Zygmunt Bauman fue una autoridad intelectual reconocida en el mundo. Vivió los horrores de la guerra, la persecución, las purgas y el exilio; sin embargo, jamás fue un conformista. Retrató con agudeza el sistema capitalista, y luchó contra la superficialidad del debate público, caracterizado por el desconcierto de los ciudadanos ante un mundo que se ‘licúa’, que se diluye progresivamente ante la avalancha de la burbuja liberal, y la aparición de nuevos escenarios y protagonistas centrados en la protesta antes que en la propuesta.

• No al ‘activismo de sofá’

Respetado por los movimientos de los indignados, en los albores del siglo XXI, Bauman desconfiaba del ‘activismo de sofá’, que deseaba cambiar el mundo a través de un clic. Antes había logrado autoridad reconocida con el libro ‘Modernidad líquida’ (2000).
No le gustaba el término posmodernidad, porque según él ‘falta la perspectiva histórica para dar por terminada la modernidad’. Pero sí destacaba el fin de la era del compromiso mutuo, porque ‘las creencias, los valores y los estilos de vida han sido privatizados’. Estas ideas presidieron algunos libros, incluso los más recientes: ‘Estado de crisis o ¿la riqueza de unos pocos beneficia a todos?, ‘La ceguera moral’ y su última obra: ‘Extraños llamando la puerta’, donde reflexiona sobre la situación de los refugiados.

• La voz del ‘precariado’

En su opinión, un tema que debe preocupar a la humanidad es el rechazo al otro y el miedo al diferente. Y recordó en más de una ocasión que ‘las redes sociales son una trampa’. Acuñó la expresión ‘precariado’, en oposición al ‘proletariado’ –que según Bauman ya no existe-. ‘Su denuncia de la desigualdad creciente, su análisis del descrédito de la política o su visión nada idealista de lo que ha traído la revolución digital lo han convertido también en un faro para el movimiento global de los indignados, a pesar de que no duda en señalarles las debilidades’, según un ensayo publicado por El País, España, por Ricardo de Querol.

El 'precariado' sería una clase social muy radical, la única que quiere ser lo suficientemente fuerte para abolirse a sí misma. Se ha acuñado el término ‘precariado’ para referirse a lo que se considera una nueva clase social global en gestación, que se extiende a consecuencia de la creciente globalización económica y que ha tenido lugar en todo el mundo desde mediados de los años setenta.

• Lecciones de Bauman

Hay que advertir, en este contexto, la creciente complejidad de los procesos que vivimos. La influencia de las tecnologías de información y los sistemas de comunicación es tan impactante y sutil, que ha atravesado la vida cotidiana, y ‘disuelto’ los marcos de referencia otrora inamovibles –como la misma estructura estatal-, cuyo resultado no es otro que la incertidumbre caracterizada por Édgar Morin en su obra ‘Los siete saberes’.

Algunos ejemplos: las denominadas autopistas de la información han permitido que la guerra y la paz, la miseria y la ostentación, las atrocidades y las acciones de bondad lleguen en directo y en forma cruda desde lugares remotos a nuestros hogares, a través de las imágenes electrónicas, gracias a la globalización, en virtud de la cual, según Milan Kundera, ‘nadie puede escapar a ninguna parte’.

Esta ‘apertura’ de la sociedad –que difiere del planteamiento de Karl Popper en ‘La sociedad abierta’ quien planteó la autodeterminación libre y orgullosa de su apertura-, está ‘pedagogizando’ –léase manejando la vida diaria- por medio de la cual nos hacen repetir y memorizar, sentir y actuar –sin que nos demos cuenta- modelos de pensamiento, actitudes y prácticas que no responden a contextos locales sino globales.

Zygmunt Bauman, en ‘Tiempos líquidos ’, dice que asistimos a una globalización negativa, selectiva, centrada en la vigilancia y la información, la delincuencia y el terrorismo, en una sociedad humana sin fronteras y expuesta a los golpes del ‘destino’, que produce incertidumbres y miedo, y donde la sociedad ya no está protegida por el Estado o, difícilmente, confía en su protección.

• Construcción y deconstrucción

Ante este círculo vicioso caracterizado por la desprotección institucionalizada y la inseguridad insoportable, la soledad y la impotencia no son soluciones. La construcción o deconstrucción de una verdadera pedagogía reinventada en la libertad y la democracia, en la justicia y la equidad, parecen ser una alternativa, no para reproducir sino para emancipar; no para controlar sino para desatar, porque ‘la más funesta consecuencia del triunfo global de la modernidad, es la aguda crisis de la industria de destrucción de ‘desperdicios humanos’’, según el citado Bauman.

Las ideas de Bauman nos llevan a repensar la pedagogía no solo desde el currículo –que resulta restrictivo y reduccionista- sino también desde la realidad global o contexto, desde la cultura, lejos de las lecturas maniqueas; es decir, desde la producción simbólica de discursos que, en la actualidad, se alimenta de imágenes, del espectáculo a expensas del significado que, según Jean Baudrillard ‘ha borrado los límites entre el reino de la cultura y la vida cotidiana’, al crear una homogenización de una identidad abstracta.

En esencia, Zygmunt Bauman debe ser estudiado y resignificado. Hay que realizar esfuerzos para ‘unir el texto con el contexto que es indisoluble en la práctica pedagógica’, según Mario Díaz Villa, en el libro ‘Del discurso pedagógico: problemas críticos’. Y no sucumbir fácilmente ante lo global y virtual, y privilegiar lo local –o lo glocal, como diría un académico-, lo autónomo y nuestra propia identidad.

Bibliografía

Morín, Edgar, ‘Los siete saberes’, Unesco, Madrid, 1985.
Bauman, Zygmunt, ‘Tiempos líquidos’, Zafiro, Madrid, 2012.
Díaz Villa, Mario, ‘Del discurso pedagógico’, Ed. Magisterio, Bogotá, 2015.
Baudrillard, Jean, ‘Simulacros y simulación’, France, 2000.
Popper, Karl, ‘La sociedad abierta’, Ariel, Barcelona, 2001.