Historias sin fronteras

Médicos Sin Fronteras (MSF) es una organización médico-humanitaria de carácter internacional e independiente que brinda asistencia de emergencia a poblaciones víctimas de catástrofes de origen natural o humano, de conflictos armados, de epidemias y de otras situaciones de exclusión de la salud, sin ninguna discriminación por raza, religión o ideología política. @MSF_Argentina - Sitio Web: www.msf.org.ar - Foto: Jesus Abad Colorado.

Irak: Médicos Sin Fronteras ayuda a la población afectada en Mosul

Los equipos de salud mental de MSF atienden alrededor de 45 pacientes diarios. Foto: Brigitte Breuillac / MSF

Los equipos de salud mental de MSF atienden alrededor de 45 pacientes diarios. Foto: Brigitte Breuillac / MSF

El reciente lanzamiento de la ofensiva militar para recuperar Mosul obligó a las personas, que han vivido tiempos extremadamente traumáticos, a dejar la ciudad y las aldeas cercanas. “Han soportado la ocupación de sus aldeas durante dos años por parte del llamado Estado Islámico, han sufrido bombardeos aéreos, enfrentamientos entre las fuerzas iraquíes y el Estado Islámico, han huido por sus vidas y han llegado a un campo para personas desplazadas,” dice Bilal Budair, coordinadora de salud mental de MSF en Erbil. “Estas personas tuvieron que huir rápidamente, con las manos vacías. Y ahora se sienten encerradas en un campo.”

Los equipos de salud mental de MSF atienden alrededor de 45 pacientes diarios. Foto: Brigitte Breuillac / MSF

Alrededor de 30 000 personas están viviendo en los campos en Hassansham y Khazer, 35 kilómetros al este de Mosul. Los equipos de salud mental de MSF atienden alrededor de 45 pacientes diarios. Los equipos (que incluyen a un psiquiatra, un psicólogo y un trabajador comunitario) trabajaron con refugiados sirios en el norte de Irak en 2013. Después, en 2014, comenzaron a ayudar a los iraquíes desplazados que huyeron de Mosul cuando el Estado Islámico tomó el control de la región. Este año, con el aumento de los desplazamientos de la población en la gobernación de Ninewa, y el comienzo de la batalla para recuperar Mosul a mediados de octubre, los equipos de MSF han atendido a pacientes que sufren de trastornos aún más graves.

Desde noviembre, los pacientes que consultan nuestros servicios se encuentran mucho más afectados. Muchos nos dicen que fueron testigos de ejecuciones públicas en el mercado y que vieron cadáveres de víctimas de homicidio encadenados y dejados durante días en puentes sobre el río. Muertes por apedreamiento, decapitaciones, torturas y castigos corporales…una gran violencia que ha dejado a muchas personas profundamente traumatizadas.

Después de varias semanas, la mayoría de las personas desplazadas comienzan a acostumbrarse a la vida en los campos, pero otros desarrollan trastornos psicológicos más duraderos. Foto: Brigitte Breuillac / MSF

Mientras prestan atención a lo que algunos de sus pacientes tienen que decir, los psiquiatras de MSF están sorprendidos por lo que escuchan, y les es difícil creer estas historias. Como la del padre que fue obligado a matar a su propio hijo porque éste había dicho un insulto. Pero los hechos son ineludibles cuando diferentes personas narran la misma historia. Los psiquiatras también están viendo pacientes que buscan ayuda y que, anteriormente, nunca hubieran considerado consultar a un psiquiatra.

Hay otra causa de sufrimiento para los desplazados durante los últimos meses en tanto que han sido testigos de primera mano de los enfrentamientos en sus aldeas o barrios. Han visto morir a sus amigos o parientes, como una mujer que vino a consulta junto a su hijo de 10 años. La niña de su amiga fue asesinada cuando un proyectil de mortero cayó sobre su casa. Vio el cuerpo de la niña, al igual que su hijo, quien era amigo de la pequeña. Estas personas desplazadas han huido de Mosul y de las aldeas cercanas para llegar a la seguridad de los campos. Pero todavía están aterrorizados y viven con miedo de estar expuestos una vez más a la violencia del Estado islámico.

El equipo de MSF, que proporciona atención en salud mental en los campamentos de Hassansham y Khazer, realiza consultas a pacientes que sufren de depresión severa, ansiedad o trastorno de estrés postraumático. También ven a pacientes con enfermedades crónicas como epilepsia y psicosis, mismas que padecían desde antes de huir, y que ahora necesitan reanudar el tratamiento. Es más, otras organizaciones que proporcionan atención médica primaria o servicios de apoyo psicológico en los campos, hacen referencias de pacientes al equipo de MSF. La vida diaria de estas personas se ha visto impedida debido a trastornos del sueño y desórdenes más agudos.

“Tratamos todos los casos, sean moderados o graves", continúa Bilal Budair. "MSF es la única organización que trata casos severos y que proporciona atención psiquiátrica. Estamos disponibles para ayudar a las personas e identificar a los más vulnerables. Estamos aquí para ayudarlos si están experimentando dificultades para adaptarse a la situación". Tal es el caso de un hombre de cincuenta años que vive en el campamento Khazer 1. Todas sus tiendas en Mosul fueron destruidas. Él dijo: "No puedo entrar en la tienda de campaña. Lloré. Me gustaría que vinieran a matarme, y a todos en mi familia. Esto es como estar en una prisión. Me llevó 20 años construir mi casa. Todo se ha ido. No me queda nada. Ni un solo dinar en mi bolsillo.”

Después de varias semanas, la mayoría de las personas desplazadas comienzan a acostumbrarse a la vida en los campos, pero otros desarrollan trastornos más duraderos. Piensan que sus vidas ya terminaron y quieren morir, así que necesitamos intervenir rápidamente y ofrecerles el apoyo de un psicólogo o psiquiatra.