Fútbol on the rocks

Los que no hemos tenido la suerte de ser futbolistas de verdad, los que tenemos que conformarnos con verlo en la tele y los graderíos, casi siempre lo hacemos con el vaso de cerveza, algún traguito, acompañado de amigos, con los que salen a flote conversaciones sobre cualquier cosa que nos deja el partido. De eso se trata este blog: hacernos a la idea de que somos amigos, de que estamos en un bar o en la sala de una casa hablando de fútbol, de este mundial Rusia 2018. Twitter: @santiaestrella

Santiago Estrella

Periodista de EL COMERCIO desde el 2002. Es hincha de Aucas y de Racing de Avellaneda.

¡Vamo' Uruguay, nomá'!

Una vez me preguntaron qué diferencia había entre Argentina y Uruguay. Yo les respondí que 50 años. No sé bien por qué lo dije. Seguramente porque soy un tipo nostálgico, de esos que creen que todo tiempo pasado fue mejor. Pero lo cierto es que Uruguay es un país bellísimo y por eso alegra que sea el primer sudamericano clasificado a octavos de final y el único que lo hará con el 100% de efectividad. No sé si contra todo pronóstico. Hace rato que ni figura entre los favoritos. Y es ignorado por las grandes cadenas de la televisión deportiva que cubren Rusia 2018.

Con el partido ante Rusia, uno se sentía bien viendo cómo un equipo que iba ganando a un rival que no tenía idea de cómo empatarlo, jugaba como si fuera perdiendo. Eso ya es admirable. Quizá no guste su estilo de juego. Pero eso da igual muchas veces. Yo preferiría que fuera más vistoso, pero eso es muy difícil. En este mundial no hay muchos equipos vistosos. El fútbol ha dejado de ser vistoso como en los viejos tiempos (ahí está esa nostalgia que dije antes).
 
Si tuviera que comparar a la celeste con algún animal, a Uruguay lo veo como un carnero que va con la cabeza delante y embiste hasta los límites. No se rinde, no se cansa. 

He ido algunas veces a Uruguay por razones periodísticas. Varias veces han sido para cubrir algún equipo de fútbol ecuatoriano, por la Selección tres veces. En un viaje en buquebús me encontré con uno de los ídolos de la defensa: Paolo Montero. Yo le pregunté algo sobre el ADN de la celeste porque había visto en los niños que juegan en las calles, en los potreros o en los clubes de fútbol, que la pierna puede subir hasta la garganta del rival. Me dijo, en palabras más o menos textuales, que desde niños no se puede tener miedo. Si muestras algún miedo, fuiste. 

Quizá muchos miren eso como  cruel. Un niño no debiera pasar por esas circunstancias porque el miedo es una sensación normal en las personas. Pero lo cierto es que cuando se juega fútbol a lo serio, tener miedo es un problema. Quizá por eso un defensor uruguayo, creo que Coates, cuando, tropezándose, se estiró lo más que pudo para frenar a un ruso con la cabeza. Y eso que iban ya ganando 3-0. 

Pablo Alabarces es un sociólogo argentino y uno de los que mejor ha liderado estudios sobre el fútbol desde sus significaciones simbólicas, los estados de violencia y mucho más. Recién escribió en su Facebook que Uruguay es el país de las épicas con el fútbol: el mayor de toda la  historia: el Maracanazo. 

Pero también habla para aquellos que, a diferencia de uno, olvidan el pasado. Uruguay es el primer y único tricampeón verdadero del fútbol. Fue campeón en los Olímpicos de 1924, 1928 y ya el Mundial propiamente dicho de 1930. Por si quedan algunas dudas: la competencia era organizada por la FIFA. 

Mejor léanlo a él: 

"No hay mucho más para discutir: Uruguay aquilata cuatro títulos, tres de ellos consecutivos. Y en eso marca una diferencia sustancial con los otros tetras y los pentas, que nunca pudieron hacer más que dobletes. Poca cosa es un doblete: tres campeonatos mundiales en seis años, sólo uno de ellos como local –y sin demasiados favoritismos arbitrales, según revelan las crónicas, ni amenazas de fusilamiento, como fueran usuales en alguna dictadura local o europea. Pongámoslo de este modo: mejor que ser el primer tricampeón es ser el único".

No pienso embarcarme en el triunfalismo ni estoy diciendo que lo veo campeón. Tiene una parada durísima en octavos (en estos momentos aún no juegan España ni Portugal ni Irán, posibles rivales). Simplemente me alegra. Puede quedar eliminado en la próxima fase, pero por el momento, ha dado una buena alegría. Como para decir "Vamo' Uruguay nomá' -como dicen ellos-. Uruguay nomá...