El guapo de la barra

Lo que otros callan por temor o timidez, aquí se lo dice sin anestesia. Es comentarista de fútbol de EL COMERCIO.

Alejandro Ribadeneira

Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Central. Es periodista desde 1994. Colabora con el Grupo El Comercio desde el 2000 y se ha desempeñado en diversos puestos desde entonces. Actualmente ocupa el cargo de Editor Vida Privada.

4 reflexiones luego del empate entre LDU y BSC

Un nuevo partido entre LDU y Barcelona SC se ha cumplido en Quito, con graderíos llenos y un ambiente de expectativa como no se había visto en la capital en esta temporada. Esto merece que se resalte un puñado de reflexiones.

1. Por alguna extraña razón (¿la ‘mística’?, ¿una nueva retención de parte del salario?, ¿alguna maldición?), Liga de Quito no perdió ante BSC, el único ‘grande’ del país que no ha podido imponerse en el estadio ahora denominado Rodrigo Paz Delgado en 20 años. La sensación previa era de inminente derrota porque Liga viene construyendo con tesón la peor campaña de su historia, mientras que BSC llegaba justamente mostrando lo contrario, con la mejor racha de visitante del Campeonato (¡ganador total en Quito!) y con aspiraciones al título. Pero, aunque suene increíble, LDU jugó mejor y estuvo más cerca del triunfo que el rival.

Esta vez, sin ser una maravilla el accionar dentro del campo de juego, el entrenador Gustavo Munúa se impuso en el duelo táctico a Guillermo Almada, los centrales respondieron y hubo una intensa presión sobre las figuras del contrincante, que en el segundo tiempo no hicieron ni cosquillas. Liga impuso el ritmo y eso ya es novedoso. Si esto hubiera sido lo normal, este año LDU estaría al menos en mitad de tabla, en lugar de la lamentable posición en zona de descenso que ostenta.

2. A pesar de los aciertos de Munúa, también hubo los errores de siempre. Muchos pases mal entregados en mitad de cancha. Los cambios fueron algo tarde y fue extraño que Cevallos saliera por Guerrero. El júnior ponía muchos balones y el ‘Chiqui’, en cambio, no mostró nada. Aunque lo peor es la sensación de que se hubiera obtenido un resultado colosal, épico, digno de Homero.

3. En el fondo, el resultado no cambia nada para LDU. Sigue en penúltimo lugar, son otros dos puntos de local que cede la U y el calendario luce durísimo antes de cerrarse la primera fase, con duelos ante Emelec, Delfín y Clan. Resulta interesante, en todo caso, que LDU pasa a convertirse en una suerte de árbitro ante dos clubes que buscan el cupo a la final. Pero, si Munúa mantiene este rendimiento, es posible que ahora sí estemos ante la resurrección de un plantel que, por costo, no debería estar tan abajo. Se verá.

4. Paradójicamente, para BSC no es tan malo el empate, a pesar de que un rival inferior lo superó en el trámite del compromiso. El punto sirve para mantenerse en pelea por la final y el partido en general ayuda a revelar los puntos flacos del equipo. Almada sigue siendo víctima de su sanguínea manera de ver el fútbol en la zona técnica. Alemán no ayudó a levantar el nivel de juego. Álvez, adecuadamente cubierto, no genera peligro. Nahuelpán, aunque ingrese fresco, no pesa mucho cuando se interrumpe su circuito con el ‘Kitu’ Díaz. Oyola pierde claridad cuando los destinatarios de la bola son patrullados. Velasco estuvo desdibujado. El gol no fue sino una genialidad de Díaz. Por eso, el punto es ganancia valiosa para el ídolo, que tiene por delante cotejos en que pondrá en juego su corona. ¿Será que Delfín le gana la etapa?