El guapo de la barra

Lo que otros callan por temor o timidez, aquí se lo dice sin anestesia. Es comentarista de fútbol de EL COMERCIO.

Alejandro Ribadeneira

Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Central. Es periodista desde 1994. Colabora con el Grupo El Comercio desde el 2000 y se ha desempeñado en diversos puestos desde entonces. Actualmente ocupa el cargo de Editor Vida Privada.

La mejor Copa de todos los tiempos

Ha sido absurdamente innecesario que el presidente de la Ecuafútbol presionara a la Tricolor con sus sobredimensionadas expectativas. Carlos Villacís hace bien en tenerle fe a la Selección y mostrarla en público, pero ¿exigir que Ecuador clasifique al Mundial este mismo año, cuando en el calendario aparece Brasil? Y peor aún, ¿pedir que la Tricolor cumpla con la mejor Copa América de todos los tiempos? ¿Qué más quiere, acaso el título mundial de una vez? ¿Es así de fácil?

La realidad indica que el equipo actualmente sufre un alarmante desmoronamiento desde su épica gesta en las cuatro primeras fechas de las eliminatorias en el 2015. Los elogios, luego de los traspiés con Colombia (eliminatorias) y Estados Unidos (fogueo), ya no son tan generosos en este 2016. Bueno, es normal decaer. Ni el FC Barcelona logra estar siempre arriba a pesar de sus estrellas. Pero esta desorbitada presión de la cúpula genera tensión, molestias y estrés.

La Copa América, si somos honestos, nunca ha sido la prioridad de los entrenadores de la Tricolor. Ha sido el espacio para probar, descartar y tomar notas con miras a las eliminatorias. Reinaldo Rueda la usó para jubilar a medio equipo. Pedir la mejor Copa América de todos los tiempos genera que el entrenador Gustavo Quinteros no vaya a probar sino a ganar. Pero es claro que a este Ecuador le cuesta no solo ganar sino jugar bien más de 15 minutos. Urge una recomposición, urge perder un poco más con rivales de entidad, encontrar recambios, seguir buscando para defender su esquema. Hubiera sido mejor ir a esta Copa con algo más experimental y osado, quizás con medio Independiente del Valle reforzado con algunos consagrados como Antonio Valencia, Walter Ayoví y Cristhian Noboa. Pero no: el jefe quiere la mejor Copa de todos los tiempos.

El grupo de Ecuador no luce, es cierto, tan complicado y eso abre margen a una dosis de optimismo. Brasil tampoco la pasa bien, Perú no está por encima de la Tricolor (aunque a los peruanos les suele ir mejor en torneos cortos) y la nómina de Haití no se compara con la que dispone Quinteros. Lo complicado es recobrar la confianza sobre todo por esta tendencia a jugar mal que no se ha detenido. Lo complicado es avanzar convenciendo. Lo complicado es, finalmente, llegar al tercer puesto, lo mínimo para hacer la mejor Copa de todos los tiempos. Se verá si hay equipo para eso.