El cotejo entre Ecuador y Uruguay genera mucha expectativa. Para mí, es el escenario perfecto para que el entrenador Gustavo Quinteros termine de consolidarse en la Tricolor derribando de una vez por todas los cuestionamientos que todavía recibe por no evangelizados.
Estas son las cinco cosas que Quinteros debe demostrar en ese partido:
1. Que el triunfo sobre Argentina no fue suerte
Uruguay es uno de los rivales más complicados que ha tenido Ecuador desde las eliminatorias al Mundial 2002. Es el equipo que siempre se las arregla para hacerle daño a la Tricolor en Quito, que sabe que la altitud de la cordillera afecta a los débiles de mente, que marca con tesón, que no se entrega hasta el pitazo final. Para algunos, Ecuador le ganó a Argentina no por el estupendo partido de la Tri sino más bien por las barbaridades tácticas y de nombres escogidos por Gerardo Martino, fracasos similares a los que ya mostró en el FC Barcelona. Derrotar a Uruguay dejará en claro que esa victoria histórica en Buenos Aires no fue una anécdota, un champazo, un albur sino eso mismo: un hito.
2. Que puede ganar sin Antonio Valencia
Es obvio que Ecuador ha sido otra cosa con Antonio Valencia en plenitud, sobre todo si lo comparamos con lo que se vio en la Copa América en Chile, en que el liderazgo dentro de la cancha no era del todo claro. Ante Uruguay es la oportunidad de demostrar que se puede resolver el problema de jugar sin Valencia e incluso sin su reemplazo habitual, también lesionado. Un entrenador de nivel, sobre todo si sigue a todos los legionarios, no tendría problema en escoger al reemplazo adecuado y obtener los puntos. Un técnico debe tener variantes y saber ganar en diferentes circunstancias.
3. Que Emelec aporta positivamente a la Tricolor
Por lo anterior, está a la mano la inmejorable ocasión de juntar a Mena con Miller y tener éxito. Más allá de las bromas sobre la ‘emelección’, ahora es cuando para que los aportes del Bombillo se impongan en una cancha en que no se cansan de ganar en la Serie A y entierren las críticas. Claro, no estamos hablando de aportes puntuales, como lo es Dida con respecto a Liga, sino de memoria colectiva, estilo, dedicación, jerarquía… Es un sello lo que está en juego.
4. Que no hacen falta los Bieler, Guerrón…
La nómina original no tuvo reparos, pero las lesiones generaron que se llamara a reemplazos que no han sido aprobados por el público. Y, otra vez, se ha pedido a Bieler y Guerrón, entre otros. Un triunfo sobre Uruguay silenciará para siempre esos pedidos, que en realidad solo desgastan al ambiente de la Tricolor.
5. Que Miler merece ser ‘su’ crack
Los entrenadores suelen tener jugadores-fetiche. Édison Méndez y Edwin Tenorio lo eran del Bolillo Gómez. Suárez tuvo a Castillo, el mismo Tenorio y Antonio Valencia. Rueda empezó con La Yoya y acabó descubriendo a Enner como 9. Vizuete… bueno, eso es otra historia. Es notable que Quinteros pretende innovar (¿ya lo hizo?) con Miler, un jugador enigmático, de personalidad difícil de domar, con talento pero con vacíos. No existe otro momento para probar que Miler es el indiscutible crack del proceso Quinteros.