El guapo de la barra

Lo que otros callan por temor o timidez, aquí se lo dice sin anestesia. Es comentarista de fútbol de EL COMERCIO.

Alejandro Ribadeneira

Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Central. Es periodista desde 1994. Colabora con el Grupo El Comercio desde el 2000 y se ha desempeñado en diversos puestos desde entonces. Actualmente ocupa el cargo de Editor Vida Privada.

El 1x1 de Ecuador tras su empate 1-1 con Venezuela

Estas son las notas que merecen los jugadores de Ecuador que se enfrentaron este 8 de junio a Venezuela, en Estados Unidos, y que empataron a un gol con la Vinotinto.

Esteban Dreer, 5/10
Por alguna razón, su presencia transmite todo menos seguridad. Quedó medio tembloroso con el tempranero remate que dio en el madero. No mostró nada especial. Para eso, mejor se probaba al portero del Delfín.

Pedro Velasco, 5/10
Podría decirse que cumplió con las expectativas. Fue muy lógico que hiciera pareja con Aimar, y ambos tuvieron la libertad para intercambiar puestos, de derecha a izquierda. Tampoco mostró nada extraordinario. En los primeros tramos del segundo tiempo, tuvo problemas con los rivales y perdió la marca.

Darío Aimar, 5/10
Tuvo un duelo permanente con Rondón, a veces lo ganó, a veces lo perdió. Hubo entrega, con luces y sombras. En todo caso, su desempeño es prometedor.

Gabriel Achilier, 5/10
Aportó experiencia pero también algo de juego brusco. Se notó que necesita vacaciones.

Cristian Ramírez, 6/10
No ofreció la explosividad que se esperaba. Comenzó muy bien pero poco a poco cayó en la rutina y al final se diluyó. En lo defensivo, muy bien.

Pedro Quiñónez, 3/10
Naufragó cuando los venezolanos incursionaban en la zona de Ecuador y con toques rápidos dejaban en vacío a la contención. Cometió un penalti en el primer tiempo.

Matías Oyola, 2/10
Horrible. Se pasó más tiempo golpeando que pasando la pelota, sobre todo cuando lo superaban por velocidad. No regresó para el segundo tiempo.

Ángel Mena, 2/10
Desconectado del equipo, no se entendía con nadie. Velasco le pasaba la pelota en una jugada de ataque, y Mena regresaba. Y viceversa: le daban para aguantar y buscaba la ofensiva. Para colmo, lo desbordaban bastante por su banda.

Juan Cazares, 6/10

Mostró sus cualidades, pero fue evidente que no tuvo tiempo de ensayar con sus compañeros. Centralizó demasiado el juego, algo que va en contra del estilo tradicional de Ecuador, de preferir las bandas. Por eso lució muy individualista, pero era otra cosa: desconcierto.

Marcos Caicedo, 6/10
Potente, entrador, dueño de la banda derecha, formidable cambios de ritmo y hasta suertudo, pues un centro suyo generó un autogol. Lástima que Enner siempre estaba un paso atrás. Para el segundo tiempo, lo contuvieron y Ecuador perdió gran parte de su poderío.

Enner Valencia, 0/10
Fue un estupendo defensa de Venezuela.

Fernando Gaibor, 3/10

Entró por Oyola pero marcó mucho menos que el ‘Pony’, pues se trata de un jugador más libre. Dejó que todo el peso de la recuperación en la media recayera en sus compañeros, lo cual explica en general el dominio de Venezuela en casi toda la segunda parte.
Los demás, sin nota

DT: Gustavo Quinteros, 1/10
Esto era para probar y el estratega de Ecuador ensayó con algunos valores, aunque es sorprendente que no hizo jugar a otros como Cifuentes, lo cual agranda su leyenda negativa ante el público. Si antes dirigía a la Emelección, ahora dirigió a la selección del Guayas con refuerzos. El equipo no lució ni afinado ni sólido. Empezó con buenos augurios, es verdad, gracias a que Venezuela no se encerró y esto ayudó a un cotejo abierto, de ida y vuelta. En el primer tiempo, la Tricolor logró controlar la pelota y causar daño hasta el minuto 35, cuando los llaneros presionaron y lograron el empate. En el segundo tiempo, la Vinotinto fue mejor gracias a que descifró el juego de Caicedo, quien nunca más pudo ganar la raya de fondo como el primer tiempo. Fue desconcertante lo de Airton Preciado, enviado a la derecha cuando brilla por la izquierda, aunque de todos modos fue más incisivo que Mena. A Cifuentes le dio dos minutos. Eso fue vergonzoso.