Al contrario de lo que muchas personas piensan, las mujeres no vamos a un entrenamiento o partido de fútbol solo para ver a un par de piernas bien definidas patear un balón. Tampoco para deleitar la vista con esos dorsos casi casi perfectos que poseen los futbolistas.
No es que no nos llame la atención. Lo que pasa es que ahora las mujeres, con más frecuencia que antes, vamos al estadio para ver más allá de lo evidente. Queremos acción y comentar del partido después del pitazo final.
El fútbol es un fenómeno mundial que mueve masas y nosotras las mujeres no podemos ni queremos quedarnos fuera. Así lo demostró Wendy Villón al alcanzar el título nacional dirigiendo al Rocafuerte femenino de Ecuador, la semana pasada. También lo hizo Marta Vieira da Silva al conquistar con la selección brasilera la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de 2003 y al convertirse en una de las deportistas más destacadas del mundo. Corinne Diacre acaba de hacer noticia al convertirse en la primera mujer del mundo en asumir las riendas de un equipo profesional masculino: el Clemont de Francia, de Segunda división. ¡Qué orgullo!
Es por eso que cada vez son más mujeres las que inician una conversación hablando de fútbol, de que si era mejor o no utilizar un determinado sistema táctico o de los aciertos y errores de los futbolistas o técnico.
El fútbol dejó de ser desde hace mucho tiempo un juego exclusivo para los hombres, del cual solo ellos podían hablar. La tecnología y el sin número de partidos que se transmiten en la televisión ha permitido que las mujeres se acerquen a ese deporte y lo entiendan. Aquello se evidenció, sin duda, en el pasado Mundial de Brasil. De un grupo de 10 mujeres, cinco conocían a muchos de los jugadores, sus posiciones y sus equipos. Es por eso que ya no hay razón para que a las mujeres se las vea como meras observadoras.
Bajo ese contexto los invito a soñar con la posibilidad de ver pronto a una Corinne Diacre dirigiendo a El Nacional, Deportivo Quito, Independiente del Valle… ¿Y por qué no, a la selección nacional?
Mientras eso sucede, Vanesa Arauz tiene la misión ahora de dirigir a la selección femenina de fútbol en la Copa América, prevista para septiembre, en suelo ecuatoriano.