2014

En mi columna de la semana pasada sostuve que en el 2013 el régimen correísta había consolidado una mayoría electoral absoluta desde la cual hoy construye un sistema de partido único. Muy seguramente, en las elecciones de febrero próximo este proceso de copamiento electoral descenderá implacablemente a los gobiernos secciones y el modelo unipartidista quedará plenamente consolidado. A ello hay que sumar la ya lograda concentración de todos los poderes del Estado, hoy bajo tutela directa del Ejecutivo, y la absorbente conducción estatal de la economía; procesos que se vienen orquestando desde el 2007. Rafael Correa ha atenazado en sus manos el poder total. Aquello, vale decirlo, nada tiene que ver con democracia, a pesar de su aval electoral.

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