2012

A pesar de profecías fatalistas, el 2012 vendrá con dos facetas. Veremos el desenlace de situaciones que empezaron en el 2011, y nuevos eventos que dejarán huella al menos para los próximos 5 años.

Sobre 2011 podemos decir:

La crisis europea no ha sido solucionada a pesar de los varios y duros intentos por parte de líderes debilitados. Los últimos acuerdos para fortalecer el orden fiscal no consolidan expectativas favorables, mientras suben las dudas en cuanto a la fuerza de los bancos, y de una posible fragmentación de la zona. Se espera una recesión sin pronóstico de duración o profundidad suficiente para desacelerar el crecimiento global por sus efectos en Asia y EE.UU. El descontento social se manifestó en las redes sociales y luego en las calles. Desde los levantamientos en el Oriente Medio, los ‘indignados’ en Wall Street, hasta los estudiantes en Chile, pasando por las protestas en Londres, Madrid y otros lugares europeos, son solo el inicio de un fenómeno de mayor participación informal de la ciudadanía usando nuevas tecnologías, con resultados imprevistos, pero con repeticiones predecibles.

El continuo fracaso de las cumbres por el cambio climático deja la sensación que las alertas no han sido suficientes. Las crisis económicas y sociales han superado otras prioridades.

Durante 2012 se esperan eventos, sobre todo electorales:

Las elecciones presidenciales en Estados Unidos de noviembre. Si las elecciones fueran hoy, Newt Gingrich enfrentaría al presidente Obama, y cualquiera podría ganar. Los demócratas necesitarán una mejora en la economía, sobre todo en el empleo, para ganar las elecciones, cosa difícil si la crisis europea es profunda. Las elecciones en Francia de mayo podrían generar cambios en el liderazgo de uno de los pilares de la Eurozona. Las elecciones federales en México de julio generan expectativas de cambios en los asuntos de seguridad y estabilidad económica. Las elecciones en Venezuela en octubre definirán el futuro del país e incluso de la región. Una elección estrecha puede provocar situaciones imprevisibles. Una clara derrota del oficialismo provocaría un cambio sustancial en el modelo económico con fuertes implicaciones políticas, y un triunfo del actual presidente profundizaría su modelo socialista.

La nueva Cumbre de la Tierra Río +20 por el cambio climático, es un hito que debe ser aprovechado por gobiernos, empresas y organizaciones civiles, para tomar compromisos públicos en lo más importantes de sostenibilidad global: cambio climático, energía limpia, participación, transparencia, pobreza y desigualdad. Aprendamos a prepararnos mejor para lo previsible.

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