El papa Francisco ha convocado a un sínodo de obispos, de dos semanas de duración, para tratar temas como el divorcio, las uniones libres, la prohibición de dar la comunión a los divorciados que se vuelven a casar, el aborto y la contracepción. El mundo espera con inquietud sus deliberaciones y conclusiones, que se divulgarán en 2016.
Del 5 al 19 de octubre de 2014, un sínodo –que es la asamblea extraordinaria de obispos, con la asistencia de 253 cardenales, obispos y expertos- abordará los problemas de la familia en el contexto del siglo XXI, en el primer cónclave del pontificado del papa Francisco.
Consulta inédita
El antecedente de este sínodo sobre la familia es la consulta inédita que hizo a nivel mundial la secretaría del Sínodo de Obispos presidida por el cardenal Lorenzo Baldissseri, a través de un cuestionario que envió a todas las conferencias episcopales del mundo, a mediados de octubre de 2013.
Al respecto, tuve la oportunidad de leer esta encuesta que constó de 9 temas y 38 preguntas sobre el conocimiento que tienen los laicos de los documentos de la Iglesia, el matrimonio y la ley natural, la pastoral de la familia en el contexto de la evangelización, la pastoral para afrontar situaciones difíciles, las uniones de personas del mismo sexo, la educación de los hijos en el seno de situaciones matrimoniales irregulares, la apertura de los esposos a la vida, las relaciones entre la familia y la persona, desafíos y propuestas.
Temas candentes
Hay que reconocer en el papa Francisco, la valentía, la oportunidad y la pertinencia de tratar tres temas claves, entre otros importantes, que preocupan a la comunidad humana y que menciona la agencia EFE: 1) la comunión a divorciados que se vuelven a casar, 2) la homosexualidad y los nuevos modelos de familia, y 3) el aborto, la contracepción y el uso del preservativo.
Los tres asuntos han llevado desde décadas pasadas a profundos debates teológicos, investigaciones, miradas y visiones científicas, antropológicas, sociológicas, psicológicas y de todo orden, que han colocado a la Iglesia en posiciones radicales y a los laicos en situaciones de desobediencia.
Comunión de divorciados
El primer tema –la comunión de los divorciados- constituye un pedido generalizado de los fieles católicos, que ‘no entienden las razones por las cuales no pueden acceder a la comunión ni a que se les bendiga, en caso de una segunda unión’. El divorcio, en efecto, es una realidad como el matrimonio, y su aumento es prácticamente incontenible; no obstante, las anulaciones matrimoniales responden a procesos largos y fatigosos que preocupan a los católicos. Por eso, una readmisión a la Eucaristía de los divorciados podría facilitar, bajo ciertas condiciones, la reincorporación de muchas personas a la feligresía.
Homosexualidad y nuevos modelos de familia
‘Quién soy para juzgar a un homosexual’, dijo el papa Francisco en una ocasión, lo cual revela una actitud de respeto y, en cierto modo, de acogida a los homosexuales, pero no existe un pronunciamiento oficial sobre la homosexualidad, las uniones entre las personas del mismo sexo, el matrimonio entre homosexuales y la adopción de menores.
El sínodo sobre la familia intentará algunas respuestas y guías sobre este tema complejo, en el que hay varias corrientes de opinión. Se debe tener en cuenta que varios Estados han legislado sobre el tema, e inclusive han promovido consultas a los ciudadanos.
Aborto, contracepción, preservativo
Se conoce la condena de la Iglesia católica al aborto y a todo tipo de método anticonceptivo, que no sea natural. El punto de referencia es la encíclica ‘Humanae Vitae, del papa Paulo VI (1968).
Esta temática es muy sensible, no solo para la Iglesia sino para los Estados, y todos los habitantes del planeta cristiano o no. Desde el advenimiento de la píldora y la aparición de nuevos adminículos para regular los nacimientos han transcurrido varias décadas, pero el problema sigue latente, y la posición de la Iglesia también. Si bien se reconoce la importancia de la familia como fundamento básico de la sociedad, en el campo civil la tendencia de las legislaciones es hacia la legalización del aborto. Y en el caso de los preservativos ha habido cierta tolerancia cuando se trata de enfermos con sida, según refiere la agencia EFE.
Opina el papa Francisco
El papa Francisco, en su primera exhortación apostólica ‘Evangelii Gaudium’, reconocida como un texto ilusionante, expresa:
‘En su constante discernimiento, la Iglesia también puede llegar a reconocer costumbres propias no directamente ligadas al núcleo del Evangelio, algunas muy arraigadas a lo largo de la historia, que hoy ya no son interpretadas de la misma manera y cuyo mensaje no suele ser percibido adecuadamente. Pueden ser bellas, pero ahora no prestan el mismo servicio en orden a la transmisión del Evangelio. No tengamos miedo de revisarlas. Del mismo modo, hay normas o preceptos eclesiales que pueden haber sido muy eficaces en otras épocas, pero que ya no tienen la misma fuerza educativa como cauces de vida’ (n. 43).
‘Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo. Repito aquí para toda la Iglesia lo que muchas veces he dicho a los sacerdotes y laicos de Buenos Aires: prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades’ (n. 49).
¿Hay razones para la esperanza?